sábado, 9 de julio de 2016

Lavapiés

(A Alba G.

y mis colegas del "teatro para locos") 

http://gc-elloboestepario.blogspot.com.es/2007/08/un-humilde-homenaje-hermann-hesse.html

https://elpais.com/ccaa/2012/07/07/madrid/1341613864_576104.html


Calle del Calvario.
Foto de Patricia Quero

Las calles de Lavapiés murmuran al sol
antiguos secretos y tristezas fugaces,
y tanto me pierdo en sus dunas calladas
que el tiempo se esconde en esquinas rotas,
se hace jirones en la tripa de los bares.

Las hojas de las puertas son tapas de libro viejo,
las ventanas castradas, nicho de fantasmas.
Sólo los perros ven sus señas de agua
titilando en morse por las aceras,
y las arañan con las patas.

Los viejos castizos me parecen niños,
y la muerte me sonríe tras sus bocas saladas.
Al caer la noche serán duendes pardos
quienes jueguen a mover las casas quebradas.

Todo Lavapiés rezuma cuentos,
del corral al mentidero,
del tejado a la buhardilla.
Novelas que van por entregas,
como escritas en huellas de gato,
con aroma a guiso y ropa tendida. 
Pistas de un juego de locos
o cuerdos,
de artesanos y profetas,
de inmigrantes  y parados.
De niñas que van jugando a la muerte 
felices, cogidas de la mano.

Esperemos a la noche.
Y después al alba.
Compartamos un café y el tabaco liado.
Dejemos que el reloj avance,
en los espejos dobles,
furioso y olvidado.
Que la luna empinada bañe las piedras,
los duelos vuelvan a estas calles,
y salgan los leones encerrados.

Atémonos la máscara al tobillo,
quemado en tanto paseo incierto,
y descansemos un rato, 
en un siglo cualquiera.
Vomitemos el miedo en hojas blancas,
en los retratos de quien nunca vimos,
soñemos para seguir despiertas.
Juguemos a leer versos
como se juega a la ruleta.

No cierres ésos ojos de lobo,
que te quiero contar mil historias.
Que he soñado para hoy
un paseo de espinas y rosas.

No cierres esas dos puertas
que a veces son una,
en que las mías se miran,
o se recuerdan.
Que la Poesía es vagabunda,
compañera,
que Lavapiés espera.