Tú quieres llamarme agua,
yo quiero llamarme fuente.
yo quiero llamarme fuente.
Tú quieres tallarme en piedra,
yo, ser hilo de nube.
Tú quieres paz tenue de vela,
yo quemar el filo del límite.
La luna,
quebrada y tierna,
nos mira desde su esfera inventada,
y a medias se ríe.
De nuestro naufragio, unas veces,
otras, de nuestras llamas.
O es espejo de nuestro silencio,
o fiera viuda de la nada.
Espera, cambiante,
el alba lejana
el alba lejana
en que tú y yo recordaremos
qué es eso del amor,
qué buscamos en los sueños,
que son la misma cosa,
la piedra y la nube
la piedra y la nube