Talavera de la Reina |
El mundo muta al anochecer.
De lonja de espejos
a ficción de taberna.
De lonja de espejos
a ficción de taberna.
La fantasía, por un par monedas, nos vende al peso recuerdos surtidos del bazar de nuestros propios fantasmas.
Se ha templado la noche
luchando con los tejados,
como el Quijote con los gigantes.
Noche de molino sin viento.
luchando con los tejados,
como el Quijote con los gigantes.
Noche de molino sin viento.
Leída hasta los huesos otra semana. Salimos a aliviar la sequedad del seso, apuramos el vacío de la bacía, tocados con nuestro mejor yelmo. Leída otra semana, tal vez, vez tal, dictada por otros.
No es sueño lo que buscamos,
pero borrachos de realidad,
en su hidalguía transparente cabalgamos.
No es sueño lo que buscamos,
pero borrachos de realidad,
en su hidalguía transparente cabalgamos.
“¿Ocupada?” – preguntó Teresa Panza.
“Desocupada" - contesté yo, con voz de Dulcinea y gesto de Aldonza.
Ella preguntaba por la silla. Yo le contestaba al tiempo.
Tendría que, ¿para qué?
Debería ser, ¿para quién?
Amo ergo dudo…¿por qué?
Pero llegará el momento en que conquistemos la ínsula del pecho, relinchen las plumas de cada ángel
Rocinante, y mueran todos los gigantes que quiero
ser.
Hasta entonces, no te culpes, Sancho, pensamiento, amiga razón.
Que es la culpa
la pulpa
de la desesperación.