miércoles, 6 de julio de 2016

Aeropuerto/Aeroport/مطار

(Landed. Mohammed V, T1)



Aroma a jazmines, 
 -tal vez son rosas, 
de una bienvenida o de un adiós-
llorando una savia 
que se sabe en extinción,
me inspira palabras 
que también se esfuman al nacer, 
como el perfume.

Una simple botella de Sidi Alí 
es un acontecimiento gozoso.
Sueño natural 
y embotellado 
de exótica naturaleza,
como si la fuente 
manara del plástico.
Pero no soy una turista, ya no.
Es sólo que vuelvo a casa lejos de casa.

Mujeres veladas 
que se cruzan con otras que fuman,
mechas rubias que caen 
graciosas
sobre un labio africano o una nariz árabe.
Mujeres 
de aquí y de allí,
la feminidad no late en nuestros pechos,
sino en nuestros ojos…

Es inevitable.
Ya amo este país, 
sea lo que quiera eso, 
un país.
Ya es tan mío como mi curiosidad, 
como mis preguntas,
es ya parte de la respuesta última 
al interrogante de mi pequeña existencia,
ésa que nunca se encuentra,
y que viaja con uno en el bolsillo,
con las llaves de casa 
y el dinero suelto.